Campaña por una mejor alimentación
Los productores de brócoli y alcachofa de España, junto con los de fresas de Francia, han unido fuerzas para lanzar una ambiciosa campaña que promueve el consumo de frutas y verduras frescas, locales y saludables. El objetivo es claro: aumentar el consumo diario por persona de 350 a 400 gramos, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La iniciativa, bautizada como ‘Una Europa más Saludable’, fue presentada el pasado 9 de mayo en la Región de Murcia. El evento contó con la participación de Antonia Piernas, presidenta de +BRÓCOLI, y Antonio Galindo, presidente de Alcachofa de España. Ambos destacaron la urgencia de adoptar hábitos alimentarios más sanos y sostenibles.
Tres años para cambiar la dieta europea
Este proyecto, cofinanciado por la Unión Europea, se desplegará durante los próximos tres años en España, Francia y Alemania. La campaña no solo se verá en medios digitales y tradicionales, sino que también tendrá un fuerte componente de calle.
Se decorarán tranvías, autobuses y transportes públicos en ciudades como Madrid, París y Berlín. Además, habrá activaciones en mercados locales, donde los consumidores podrán degustar productos y conocer sus propiedades nutricionales de primera mano.

Una llamada a la acción para la salud y el campo
La campaña tiene un propósito doble: mejorar la salud pública y fortalecer la agricultura europea. En palabras de Piernas, “si conseguimos que los ciudadanos alcancen los 400 gramos diarios, necesitaremos producir 15 millones de toneladas más al año. Eso sería una excelente noticia para el campo europeo y su economía”.
Actualmente, el consumo de frutas y verduras sigue bajando en muchas regiones del continente, una tendencia que preocupa a las autoridades sanitarias. Este descenso, combinado con el sedentarismo, tiene un impacto directo en los sistemas públicos de salud.
No solo sabor: también sostenibilidad
La campaña se lanza bajo el eslogan: “No son solo frutas y verduras. Esto es una Europa más Saludable”. Con este mensaje, se busca poner en valor no solo el sabor y los beneficios nutricionales de estos alimentos, sino también su contribución a un modelo agroalimentario más sostenible.
El presidente de Alcachofa de España, Antonio Galindo, destacó que “el modelo europeo es seguro, trazable y respetuoso con el medioambiente. Consumir productos locales es apoyar una agricultura responsable y de calidad”.
Educación y conciencia en el centro de la estrategia
Uno de los pilares de la campaña será la educación alimentaria. A través de contenidos en redes sociales, eventos y actividades escolares, se pretende fomentar entre los más jóvenes una relación positiva con frutas y hortalizas.
También se espera que la iniciativa sirva para desmontar falsos mitos sobre el precio o la dificultad de preparar este tipo de alimentos, demostrando que comer sano no tiene por qué ser complicado ni caro.
Apoyo institucional y proyección internacional
El respaldo de la Unión Europea permite que la campaña tenga un alcance significativo. No solo se limita a promover los productos nacionales, sino que busca reforzar la identidad común agrícola de Europa. La idea es recordar a los ciudadanos que detrás de cada pieza de fruta o verdura hay agricultores comprometidos, procesos seguros y respeto por el entorno.
En ciudades como Berlín, por ejemplo, los mensajes visuales ya empiezan a despertar la curiosidad de miles de personas que se cruzan a diario con autobuses forrados de imágenes de brócolis, alcachofas y fresas.
Más allá del consumo: vitalidad para el sector agrícola
Impulsar el consumo de estos productos frescos también es una forma de revitalizar zonas rurales que dependen de la agricultura. En regiones como Murcia, Navarra o Provenza, este tipo de cultivos son clave para el empleo y la economía local.
Un mayor consumo generará no solo mejores condiciones para los agricultores, sino también más inversión, innovación y desarrollo en el campo.
Una apuesta firme por una vida más sana
Con ‘Una Europa más Saludable’, los sectores del brócoli, la alcachofa y la fresa envían un mensaje claro: comer mejor es posible, necesario y beneficioso para todos. Para las personas, para el planeta y para quienes cultivan la tierra.
“No estamos hablando solo de salud personal, sino de salud colectiva”, subraya Galindo. “Cada compra consciente que hacemos en el mercado es un voto a favor de un sistema alimentario más justo y responsable”.