El chef Íñigo Tizón, del Bar Gran Sol en Hondarribia (Gipuzkoa), ha sido galardonado como Chef Medieval 2024 en el XVI Concurso Internacional de Pinchos y Tapas Medievales, celebrado en el majestuoso Palacio de los Josefinos, en Sigüenza. La cita gastronómica reunió a destacados chefs de varias localidades, quienes presentaron sus creaciones en el emblemático Callejón de los Infantes.
Un trampantojo que sorprende: ‘Sarandonga’
El pincho con el que Íñigo Tizón obtuvo el primer premio, denominado ‘Sarandonga’, es un ingenioso trampantojo que simula ser un dulce arroz con leche, pero es en realidad un arroz con bacalao, jugando con las expectativas de los comensales. Este creativo bocado rinde homenaje a la cultura culinaria medieval, y su nombre proviene de la tradición popular. Para Íñigo, la victoria representa el broche de oro a una semana intensa, luego de haber sido finalista en el Campeonato de Pinchos de Euskadi.
“Esta victoria en Sigüenza es muy especial; guarda un valor emocional”, comentó el chef Íñigo, quien mantiene desde 2015 una relación cercana con la familia García Verdes, propietaria del restaurante La Granja de Alcuneza, donde había trabajado previamente. “Sigüenza nos ha acogido como en casa, y la amistad que hemos fortalecido este año es un regalo”, añadió Tizón.
Una trayectoria de éxitos para Bar Gran Sol
El Bar Gran Sol, uno de los referentes en el Concurso de Pinchos Medievales, acumula ya seis victorias en la edición de Hondarribia (2008, 2009, 2010, 2013, 2015 y 2024) y cuatro en el certamen internacional (2008, 2010, 2013 y ahora 2024). Con el título de Chef Medieval 2024 y un premio de 500 euros, Tizón subraya que este reconocimiento “es el resultado de un trabajo constante, que además de satisfacciones profesionales, también nos ha dejado grandes amistades entre cocineros”.
Segundo lugar para Jorge Ruiz Luzuriaga y premio a la originalidad para Sergio Bajá
El segundo premio fue otorgado al chef Jorge Ruiz Luzuriaga, del Bar Restaurante Florida en Estella-Lizarra (Navarra), con su pincho ‘Nevero Medieval’. Visiblemente emocionado, Ruiz Luzuriaga destacó el alto nivel del concurso y el excelente recibimiento de su creación por parte del público de Sigüenza. “Estamos encantados. Aquí se trata de compartir y de disfrutar, y me llevo una experiencia maravillosa tanto a nivel personal como profesional”, afirmó el chef navarro, quien valoró especialmente la oportunidad de dar a conocer los productos locales de su región en esta plataforma gastronómica.
Por su parte, Sergio Bajá, del Restaurante Bajá en Pelegrina-Sigüenza, fue reconocido con el premio a la originalidad por su ‘Hormiga Pelegrina y tortilla de torreznillos de papada y ajo negro’. Bajá, quien se mostró agradecido por el galardón, señaló la importancia de la Red Medieval para dar visibilidad a pequeños pueblos y enclaves históricos como Pelegrina. “Esta red permite que tanto locales como visitantes conozcan nuestra historia y nuestra cocina”, expresó el chef. La propuesta de Bajá destaca por su innovador uso de ingredientes autóctonos, trayendo un toque gaditano con la reinterpretación de las tortillitas de camarones, adaptadas a los sabores de Sigüenza.
La Red Medieval, una unión de cultura y gastronomía
El certamen fue impulsado por la Red Medieval, una asociación que conecta ciudades y localidades con pasado medieval en un esfuerzo por poner en valor su patrimonio gastronómico y cultural. La alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, resaltó la importancia del concurso en la promoción de la cultura local, destacando que “cada año, el Concurso Internacional de Pinchos Medievales permite crear vínculos entre los chefs y los equipos de gobierno de estas ciudades, que comparten el interés de preservar y expandir nuestra tradición medieval”. Merino agradeció a los participantes y colaboradores por su contribución y por apoyar la candidatura de Sigüenza como Patrimonio Mundial.
Para Estitxu Urtizberea, teniente de alcalde de Hondarribia, esta conexión entre ciudades se extiende también entre los propios cocineros, quienes, a través del concurso, han formado una red de apoyo y colaboración espontánea. “Compartimos un patrimonio común que, aunque a veces queda eclipsado por el turismo tradicional, es una joya por descubrir. La gastronomía medieval nos está uniendo y mostrando que tenemos mucho en común”, destacó Urtizberea, quien presidió la Asamblea de la Red Medieval, celebrada en Sigüenza el mismo día.
Un jurado experto y una decisión unánime
El jurado, compuesto por tres expertos en hostelería y turismo gastronómico, fue presidido por Juan Francisco Chavarría, profesor de la Escuela de Hostelería de Teruel, quien tuvo como compañeros a Pablo Casado, profesor de servicios en restauración, y a José Jiménez Blas, histórico jefe de Sala del restaurante Zalacaín. Chavarría expresó la dificultad para seleccionar al ganador, dado el alto nivel de los participantes. “Cada propuesta respetaba las bases del concurso y el uso de la materia prima era sobresaliente”, explicó Chavarría. Además, el jurado evaluó aspectos como la ejecución, la finura y la técnica de cada pincho, finalmente decidiéndose unánimemente por la creación de Íñigo Tizón.
La conducción del concurso estuvo a cargo de Rubén Urbano, jefe de cocina del Parador de Sigüenza, quien amenizó la jornada con buen humor, destacando la excelente acogida de cada plato por parte del público asistente.
Sigüenza, un destino para los amantes de la gastronomía medieval
La celebración del Concurso Internacional de Pinchos y Tapas Medievales reafirma a Sigüenza como un destino de referencia para quienes desean experimentar la tradición medieval a través de la gastronomía. Este evento, que en cada edición incorpora nuevas propuestas y une a chefs de diferentes regiones, es un reflejo del compromiso de la ciudad y de la Red Medieval para fomentar la riqueza cultural e histórica de sus localidades miembros.
Con esta victoria, Íñigo Tizón y su ‘Sarandonga’ representan lo mejor de la cocina medieval, una combinación de innovación y respeto por las raíces gastronómicas que coloca a Hondarribia y a Sigüenza en el mapa de la alta gastronomía y el turismo cultural.