La Pepita Burger Bar, un modelo sostenible basado en la economía local
La Pepita Burger Bar, reconocida por sus hamburguesas premium, continúa consolidando su compromiso con la sostenibilidad y el respaldo a los productores locales. En un esfuerzo por fomentar un consumo responsable, la cadena gallega apuesta por el uso de productos de proximidad en todos sus restaurantes.
Esta estrategia tiene un doble propósito: apoyar la economía local y reducir el impacto ambiental. Al trabajar con empresas de las regiones donde opera, La Pepita promueve una economía circular que minimiza la huella de carbono. Esta iniciativa también responde a las expectativas de un cliente cada vez más interesado en el origen y la calidad de los alimentos que consume.
«Con esta apuesta, no solo garantizamos frescura y calidad, sino que contribuimos a fortalecer las economías locales, reduciendo el impacto ambiental asociado al transporte de mercancías», destacan desde la enseña.
Ingredientes locales y estándares de calidad
La Pepita Burger Bar ha establecido acuerdos con productores locales en todas las regiones donde está presente. La selección de sus proveedores sigue un proceso minucioso, enfocado en garantizar estándares de calidad elevados y consistentes.
Entre los productos estrella de su oferta destacan:
- Pan artesanal de larga fermentación, elaborado a diario por panaderos locales.
- Carne de proximidad, adaptada a cada región, siempre sin aditivos, colorantes ni sal. El salpimentado se realiza directamente en la parrilla al momento de la preparación.
En Galicia, por ejemplo, uno de sus principales proveedores es Coren, que suministra pollo y cerdo a todos los restaurantes de la región.
Además, La Pepita acompaña sus platos con una cuidada selección de vinos locales y cervezas artesanas de producción limitada, subrayando su compromiso con la economía regional.
Una campaña que conecta con los valores de sus clientes
Para reforzar su mensaje, La Pepita Burger Bar ha lanzado la campaña «No tan fast, pero muy food», que está siendo muy bien recibida por sus seguidores. Con este eslogan, la cadena subraya su filosofía: ofrecer una experiencia gastronómica basada en la calidad y el respeto por el producto, alejándose del concepto tradicional de comida rápida.
«Esta campaña refleja nuestra forma de entender la restauración: con tiempo, mimo y los mejores ingredientes», aseguran desde la cadena.
Expansión nacional con raíces locales
Actualmente, La Pepita Burger Bar se encuentra en pleno proceso de expansión nacional. Su sólida base en Galicia, de donde es originaria, se ha extendido a comunidades como Asturias, Cantabria, Castilla y León, La Rioja y el País Vasco. En cada región, la cadena adapta su oferta gastronómica para reflejar las tradiciones locales, sin renunciar a su compromiso con la sostenibilidad y la calidad.
La Pepita Burger Bar no solo se posiciona como un referente en el sector de las hamburgueserías premium, sino también como un modelo de negocio que prioriza la colaboración con pequeños productores y el respeto por las recetas auténticas. Su fórmula combina éxito empresarial con responsabilidad social, consolidándose como una marca comprometida con la economía local y el cuidado del medio ambiente.